Los Navalmorales, localidad rodeada de olivares que clavan sus raíces en tierras arcillosas, circundadas de valles, cerros y rañas. En este enclave de árboles centenarios, con troncos desgarrados y a la sombra del más preciado fruto del que obtenemos el mejor aceite del mundo.
Nace en 1948 la primera Agrupación de Olivareros con el fin de comercializar este rico zumo que sirve de aderezo, conserva y esencia para la elaboración de nuestros alimentos.
Esta idea que caló en 68 personas que pasarán a formar parte de los primeros socios fundadores, no estuvo exenta de numerosas vicisitudes, que con el tesón y esfuerzo de todos se fueron superando. El afán por concentrar tan valiosa producción y obtener un precio justo que esquivase la especulación y el estraperlo, hizo que estos 68 vecinos, reunidos y de mutuo acuerdo, decidieran poner en marcha la agrupación más antigua de nuestro pueblo.
Las ideas y los acuerdos estaban conseguidos, el reflejo en documentos escritos de sus estatutos era un formalismo jurídico no difícil de superar, pero el obstáculo más serio, era la financiación del proyecto. La adquisición de terrenos, construcción del molino y el almacenamiento, suponía un coste que había que financiar. El dinero fue aportado por todos y cada uno de los primeros socios, estos pondrían en proporción al fruto de aceituna que recolectaron el año anterior y el importe se les reintegraría con la venta del producto en los años sucesivos, un 4% de la venta se destinaría a reintegrar el dinero aportado por los socios.
La Agrupación comenzó a dar sus primeros pasos con D. Luis Palomeque Torres como presidente, D. Eloy Sánchez-Cid Garrido como vicepresidente, D. Marino Almendro del Cerro como secretario, D. Victoriano Navas Sánchez-Cid como tesorero y D. Ginés de la Iglesia, D. Gregorio Alonso Garrido y D. Caralipo Pérez de Vargas Muñoz de la Torre como vocales. Fue la primera Junta Directiva de la agrupación.
Los comienzos como cualquier aprendiz que se precie, fueron tensos y no exento de un escepticismo precoz. Pero el orgullo y la satisfacción de los primeros pasos, concentraba a estos creadores todas las tardes de campaña, junto a su molino, donde las tertulias de las tabernas se veían trasladadas al patio de la almazara. Por fin, su aceituna era prensada en su molino y podían comercializarlo ellos mismos. Los primeros resultados fueron excepcionales, aceite de una calidad especial, virgen extra. Con el paso del tiempo se fue mejorando el tratamiento del mismo y se fueron consiguiendo sus mejores condiciones organolépticas.
La llegada de las nuevas tecnologías supuso, que un país como el nuestro se fuese modernizando, la electrónica, robótica e informática nos invadía y ¡Cómo no!, ante esta situación, nuestro molino experimentó una reconversión en la cual también fuimos pioneros. Los conos de granito, las prensas de hierro fundido con sus capachos, las básculas manuales y los trujales de almacenamiento, darán paso a las cintas de transporte, las máquinas de limpieza y lavado del producto a las básculas automáticas e informatizadas, a los molinos continuos capaces de molturar más de 70.000Kl al día y a los depósitos de acero inoxidable para el almacenamiento, lo que permite la conservación del aceite en condiciones higiénicas inmejorables.
De este modo la modernización nos impulsó a un proceso de envasado, escrupuloso y con todos los requisitos sanitarios exigidos, concretándose en diversos formatos de envase, como latas, botellas de vidrio y garrafas de 5 litros.
Hoy nuestra agrupación moltura 3.000.000 de kilos de aceituna, de las que se obtienen unos 750.000 litros de aceite de primerísima calidad, con denominación de origen Montes de Toledo.
Esta trayectoria histórica que desemboca en tal modernización, ha hecho que nuestro aceite sea uno de los más apreciados a nivel nacional e internacional, encontrándose repartido por toda la geografía española en las tiendas Sprint de las estaciones de servicio Repsol y por numerosos restaurantes de gran prestigio.
Hoy son pocos los que quedan de aquellos que pusieron los cimientos de nuestra Agrupación, pero esta página web tiene que ser un eco de su esfuerzo, para mantener viva la ilusión y el orgullo de seguir fabricando uno de los mejores aceites del mundo.